Tamara Agnic, directora de Azul Azul : “Un fondo en la propiedad diluye el poder y eso debiese ser positivo”
La nueva directora explica por qué cree que la llegada del fondo es beneficiosa para el club, cómo mejorar al gobierno corporativo y cuáles son sus principales desafíos.
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No es súper futbolera, pero ama al fútbol por lo que genera: la pasión. Así es Tamara Agnic, la segunda mujer en el directorio de Azul Azul, después de la profesora de Derecho de la Universidad de Chile, Carolina Coppo, designada en 2017 por la casa de estudios.
La nueva directora es actualmente socia advisory forensic en la auditora KPMG. Previamente ocupó los cargos de Superintendenta de Pensiones, directora nacional de la Unidad de Análisis Financiero (UAF), y tuvo distintos roles en el Ministerio de Hacienda.
Como asesora del ministerio tuvo su primer acercamiento laboral al fútbol con la tramitación de la ley de Sociedades Anónimas Deportivas.
Agnic es experta en compliance, es decir, experta en asegurarse de que las organizaciones efectivamente cumplan con las regulaciones o estándares propios y en promover buenas prácticas de gobierno corporativo.
Estas cualidades llevaron al nuevo controlador del club, el fondo de inversión privado (FIP) Sartor Tactical Sport, a designarla como directora.
La polémica por la llegada del nuevo controlador se calmó tras revelarse la identidad de sus inversionistas, todos ligados a Sartor Finance Group -como los socios Pedro Pablo Larraín, Óscar Ebel y Alfredo Harz-. En entrevista con DF, Agnic explica por qué cree que la llegada del fondo es beneficiosa para el club y cómo mejorar el gobierno corporativo.
La pasión del fútbol
- ¿Cuál será su rol en el directorio de Azul Azul?
- Lo que puedo aportar al gobierno corporativo de un club de fútbol es la rigurosidad que deben tener las instancias que definen las estrategias de las organizaciones, independiente de que sea un club de fútbol, un banco o una minera.
- ¿Cómo fue la instalación del nuevo directorio?
- Hay un clima muy cálido entre todos los directores. No hemos podido vernos presencialmente, pero a través de la pantalla hay un espíritu y unas ganas de hacer las cosas bien. Sabemos que hay muchos ojos puestos sobre esta organización, que además tiene una característica que no tiene una compañía de seguros o un banco: la pasión que genera en los hinchas. Y eso es algo que hay que aprender a manejar e incorporar dentro de las estructuras organizativas.
- ¿De qué forma?
- Eso lo vamos a tener que discutir en el seno del directorio y ahí está mi expertise: tener estándares internacionales, como los principios de la OCDE del buen gobierno corporativo. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Primero tenemos que definir la estrategia y ver los instrumentos que nos van a servir.
Diluir el poder
- ¿Qué implica que entre un fondo a la propiedad de la “U”?
- Muchas veces, para mejorar el gobierno corporativo, se requiere diluir el poder.Cuando hay demasiada concentración de poder, hay situaciones que generan desconfianza en otros. No es que se haga intencionalmente, sino que -por la naturaleza humana- cuando tienes todo el poder, tomas las decisiones que quieres y queda todo concentrado en ti.
En cambio, cuando logras diluir ese poder, tienes más participación de los distintos stakeholders, más conexión, más vasos comunicantes hacia distintos intereses que te permitan tomar mejores decisiones.
El hecho de que haya un fondo de inversión, que es propiedad de varios aportantes, sí diluye el poder y eso a mi juicio, debiese ser positivo.
- ¿Cuáles son los desafíos del gobierno corporativo?
- Hay harto por hacer y no creo que las organizaciones funcionen con algunos déficit por mala voluntad. Simplemente es porque no han hecho la distinción de que hay ciertas situaciones que ameritan más transparencia. Y el fortalecimiento de las distintas herramientas de compliance, como registros de conflictos de interés, son cosas que, de manera progresiva, vamos a ir instalando.
- ¿Se puede aumentar realmente la transparencia?
- Esto no puede ser exclusivamente hacia adentro, aquí hay que comunicarse con todos tus stakeholders, los deportistas, los trabajadores, los proveedores. No tengo ninguna duda de que es perfectamente posible hacerlo en un club de fútbol. Y le va a hacer muy bien, no solamente a Azul Azul y su hinchada, sino al fútbol y a los deportes.
- ¿Qué opina de los dobles contratos que registran algunos futbolistas?
- Tenemos que ser capaces de avanzar en mecanismos de transparencia y evitar situaciones que generan conflictos, dudas o alguna pérdida de confianza. Lo que tenemos que hacer es recuperar la confianza. Si eso pasa por mejorar o cambiar ciertas dinámicas que se han estado llevando adelante, bueno, habrá que hacerlo.
- Usted trabajó en la tramitación de la ley de Sociedades Anónimas Deportivas. ¿Aún considera que esa ley sirve para el fútbol chileno?
- En ese minuto estaban los principales clubes en quiebra. La convicción que tuvimos fue darle una estructura sólida a las organizaciones deportivas y al fútbol principalmente, para que no volver a caer en situaciones que los llevaron a la quiebra. Ha pasado mucha agua bajo el puente pero sí creo en las sociedades anónimas para el deporte, si es que se hace correctamente, si aplicamos los mismos principios de buen gobierno que a otras organizaciones.